Frías, en
Burgos, es una pequeña ciudad
medieval que parece sacada de un cuento de hadas. Sus
casas colgantes y el imponente
castillo en lo alto ofrecen vistas espectaculares que te hacen viajar en el tiempo. Pasear por sus callecitas empedradas y disfrutar de un café tranquilo en este pintoresco
rincón es simplemente mágico.