La cara norte de la ciudad de
Frías está formada por las
casas colgadas. Estas construcciones fueron levantadas aprovechando el cortado rocoso, obteniendo como resultado la continuación de la
muralla que se encargaría de la defensa norte de la ciudad. Es uno de los mejores y más bellos ejemplos de
arquitectura defensiva en
España.
Sus estrechas casas se adosan entre sí originando empinadas y empedradas
calles con sabor
medieval.
La vertiente sur de la ciudad está protegida por una muralla del siglo XIII que contaba con tres
puertas de acceso: la de Medina, la del Postigo y la de la Cadena, esta última hoy desaparecida.