Soy un hijo adoptivo de
castrecias pues me casé con una hija del
pueblo hace ya unos cuantos años. He ido y sigo yendo bastante tanto para trabajar o mas bien ayudar en el
campo como para disfrutar de sus magníficos parajes y su buena gastronomia popular asi como del calor de sus gentes. Un lugar enttrañable para descansar.
Saludos cordiales para todas esas buenas gentes del lugar y sus numerosos visitantes. Paulino.