El retablo de la Iglesia. En 1749 se hizo el dorado del retablo mayor de la Iglesia y en 1795 se pagó a Juan Delgado otro retablo consistente en uno mayor y cuatro laterales que estuvieron adornando la iglesia hasta aproximadamente el año 1970; motivado a las reformas litúrgicas derivadas del Concilio Vaticano II y la última restauración, hicieron que se eliminaran dichos retablos, así como el friso encalado de las paredes interiores que tenía, devolviendo al templo la apariencia medieval original. ... (ver texto completo)