-Una vez que abandonéis Fuente Urbel, escondeos en algún viejo robledal cercano por algunos meses. Estáis acostumbrados a vivir en ellos. Cuando el joven Ailbe recobre todas sus fuerzas, debéis separaos y, mediante un sorteo, cada uno de vosotros tendrá que tomar un camino diferente. Es la última orden de vuestro bas. No olvidéis que me debéis obediencia eclesiástica hasta el final de vuestras vidas. Sólo así os salvaréis; sólo así cada uno de vosotros acabará su propia peregrinación.
Al finalizar... el dedo meñique. Cuando cogió el dedo anular de Ailbe, Ciaran ya sabía que el joven aprendiz se había desmayado. Ya sin tantas prisas y con más cuidado, acabó la tarea colocando en su sitio los huesos del resto de los dedos de la mano.
Cuando Ciaran acabó, todos dejaron de coger o de hacer fuerza sobre el cuerpo del muchacho. Sentados junto a su cuerpo, los cuatro hombres se miraron en silencio. Aidan inició una vez más la oración de La coraza de San patricio. Cuando los cuatro acabaron de recitarla... Si es el vano de mi difunto abuelo Jesús Ruiz. Pero creo que se va a quedar hay por mucho tiempo. Que buenas ideas tiene la gente pero se necesitan euros o pelas e inversionistas. Vamos ese merendero!