Avanzamos para encontrarnos en el siguiente
capitel con un tema vegetal.
¿Qué pinta junto a una serie de
capiteles de iconografía cuando menos antropomórfica? ¿Qué representa junto a un capitel dedicado a los
Santos y en el centro interior de un
ábside siempre bien a la vista del
pueblo cristiano? ¿Qué clase de
flor representa? ¿Esta iconografía vegetal podría tratarse de una respuesta a una pregunta implícita? ¿Qué tiene que hacer el que quiera ser
Santo y estar junto al Buen Dios?
Mirad su representación: un tallo con cuatro tulipas orientadas hacia abajo y con seis pétalos cada una. ¿Es un lirio y, en concreto, la representación de un Lilium candidum? Si fuese así, ¿qué representarían estos lirios?:
1. Los lirios podrían representar lo puro y el amor virginal, todavía hoy en día se regalan para
San Valentín.
2. La fe virginal de la
Virgen María, cuya iconografía de la Anunciación (Lc. 1, 26-38) incorpora el lirio (que no aparece en el texto bíblico) desde el período bizantino.
3. A
Cristo.
Intentaremos razonar esta iconografía vegetal en clave cristológica.
1. Para los griegos, el lirio era una planta de mediación entre lo humano y lo divino.
2. San Jerónimo y San Bernardo relacionan en sus comentarios el lirio con Cristo a partir del Cantar de los Cantares: “Yo soy el narciso de Sarón, un lirio de los
valles” (C. Cant, 2,1) y lo interpretan en clave eclesiástica: Cristo y la
Iglesia.
3. La palabras Krinon (lirio en griego) posee un claro parecido con la palabra Crismón.
4. Autores como Carl A. P. RUCK sostienen que los seis pétalos de un lirio se asemejan al número de las letras que componen las dos primeras letras griegas que se utilizan como símbolo del Crismón: Khi – Rho.
5. María Zambrano sostiene: “El lirio de Florencia también es iniciático. Florencia fue cristianizada por unos monjes llegados de Irlanda.”
Si hay monjes irlandeses que llegan hasta Calabria (San Cataldo) o Ratisbona, ¿por qué no pudieron llegar hasta
Fuente Úrbel? El capitel vegetal está puesto con intención en el interior del ábside de Fuente Úrbel. Además, los lirios están presentes tanto en el contexto de la pasión de Cristo como en los temas de contenido eucarístico. La tulipa de un Lilium candidum tiene la forma de una copa. ¿Qué hay representado en el adyacente capitel interior del ábside?: esos dos bichos raros, mitad ave mitad humano, que sostienen en una especie de trébede una copa, un cáliz. ¿Contexto eucarístico y de sacrificio? ¿Y si los dos capiteles representasen una misma lectura bíblica? ¿Qué tenéis que hacer para ser santos? A imitación de Cristo (el lirio de los valles) comportaos de una determinada manera:
“Por eso os digo: No os inquietéis por vuestra vida, por lo que habéis de
comer o de beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad cómo las aves del
cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en
graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? ¿Quién de vosotros con sus preocupaciones puede añadir a su estatura un solo codo? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Aprended de los lirios del
campo, cómo crecen; no se fatigan ni hilan. Pues yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos.” (Mt. 6, 25-29)
El texto un poco largo, pero toda una declaración de principios para alguien que quiera vivir una Peregrinatio propter Christum en clave anacoreta y que haya venido desde lejos en
barca, ¿Y si estos dos capiteles interiores de Fuente Úrbel fuesen una propuesta de una lectura analógica?
Procede analizar ahora el capitel de las "cabecitas". Y en eso, también existen rasgos comunes con Siones, lo que ocurre es que en ésta última aparecen diecinueve y tienen las manos colocadas encima del alféizar de las ventanitas, existiendo interpretaciones que las asimilan al pueblo que mira a los constructores). También hay un motivo similar en una
ventana del ábside de Butrera. Y en San Pedro de Tejada. Y hasta en la
portada de
Santa Mª de Uncastillo, en donde las figuras de la arquivolta se asoman por el boquetón.
¿Qué os sugieren?
La determinación del contenido simbólico del capitel de las cabecitas no ha sido tarea fácil, y entre otras razones porque no es la cabeza macrocósmica platoniana ni son las cabecitas que de composición similar se ubican en otro capitel de Siones. Aquí no son cabecitas, son cuerpos raros con extremidades y están todos ellos cubiertos por un lienzo. Todos se parecen, todos son poco expresivos, todos son poco naturales, poco vivos y todos están cubiertos por el lienzo, tapados por la mortaja, porque son.. muertos. y están en el ábside porque son santos, son TODOS LOS SANTOS.
"SAMAIN (ó Samhain), es la Gran
Fiesta del Primero de Noviembre la más importante del calendario celta, que daba lugar a grandes
reuniones de gente y a rituales complejos. La fiesta de Samhain es, etimológicamente, el "final del
verano", el momento en que se vuelven a encerrar los rebaños en los establos en la comunidad celta, lo que nos indica que era una comunidad pastoril.
Simbólicamente, la fiesta de Samhain en realidad, la
noche de Samhain es la eternidad: el tiempo queda abolido y el mundo de los dioses, de los héroes y de los difuntos celta se abre al mundo de los vivos.
El Cristianismo recuperó íntegramente esta fiesta convirtiéndola en la de Todos los Santos, exaltación de la
Comunión de los Santos, es decir, de la comunidad perfecta entre los vivos y los muertos. En los países anglosajones, aún hoy y cada vez con más fuerza, la fiesta de Samhain se encuentra en las celebraciones del Halloween, y en la Bretaña armoricana numerosas creencias populares relativas a la presencia de los muertos bajo un aspecto visible, dan testimonio de la pervivencia de esta antigua concepción céltica.
1. ¿Es posible que en el
Románico hispano se utilicen imágenes o figuras pétreas con una simbología igual y permanente?
2. ¿Es posible que iconografías románicas hispanas, que comparten un origen irlandés, utilicen imágenes y figuras con la misma lectura, aunque se sustenten en interpretaciones ideológicas aparentemente diferentes?
Me intentaré explicar. Volvamos a la imagen del lienzo como símbolo de muerte y añadamos una lectura más precisa: ¿Qué pasaría si el lienzo que cubre las cabezas del capitel del ábside de Fuente Úrbel no sólo significa la idea de muerte, sino que el difunto ha superado ya su juicio particular o Psicostasis y, por eso, puede ser considerado un santo? Es la idea teológica de la Teofanía final del creyente.
Vayamos por unos momentos a la Psicostasis de Fuentidueña y Biota.
¿En qué recogen los ángeles las almas de los difuntos que han superado su juicio particular? La respuesta es obvia: en lienzos. ¿Otra casualidad?
Seguramente, al tratarse de momentos históricos o de grupos de escultores diferentes no se encontrarán en
Burgos,
Segovia,
Navarra o
Aragón, coincidencias totales en cuanto a temas de filosofía teológica, pero lo que no cabe la menor duda es que todos estos talleres compartían un fondo común de imágenes o figuras. La
tradición cultural celta sincretizada a través del rito cristiano gaélico no sólo puede ser rastreada en la evidencia empírica de su epigrafía, sino también a través de la existencia de imágenes pétreas que comparten significados iguales y permanentes.
* Círculo Románico