Enhorabuena, Fernando y amigos de esta obra de gran interés para nuestra pequeña tierra. Nuestra tierra pasa de ser una completa desconocida por nuestras autoridades -incluso, en ocasiones, parecería que no quieren que sea cocnocida- a ser conocida por el Sr. Embajador de Irlanda y por la Universidad de Dublín. Son pasos de gran interés. Yo me he pedido un viaje a Fuente Urbel, el ultimo sábado de Mayo
Sagrado silencio.
Sólo el aleteo de una hoja
que vuela hacia a los fantasmas
del campanario viejo.
Ni el viento del otoño,
ni el puño seco del invierno castellano
traerá más frío a estos muros
que siento bajo mis manos...