Este hermoso retoño de un guindal de Fuenteúrbel que se ha adaptado y climatizado con éxito en Madrid es sólo un ejemplo de lo que se podría hacer en las huertas del pueblo, muchas de ellas abandonadas, si con imaginación se emprender actividades relacionadas con la siembra de árboles frutales como podrían ser cerezos, guindales, ciruelos, nogales, avellanos, manzanos, perales, etc. Alvaro Ruiz.