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Hasta finales del siglo XVII( año 1680) no hay ningún registro de las personas fallecidas en el pueblo de Fuenteúrbel mucho menos del lugar preciso en el que se realizaban los enterramientos, por lo que el cementerio con el tiempo se ha convertido en una fosa común de muchas generaciones de fuenteurbeleños, ( situación que todavía persiste en el siglo XXI) por las superposiciones y mezclas de tumbas que se han producido durante siglos. Los clérigos, nobles y quienes pudieran pagarlo haciendo donaciones a la iglesia , tenían un trato especial y eran enterrados en la misma iglesia, bajo las losas del piso. Las personas que no eran cristianas, ateas, herejes, etc. Se enterraban fuera del Camposanto en algún lugar especialmente destinados para ese fin. Alvaro Ruiz.