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El muy pequeno huerto familiar al que te refieres lamnetablemente lleva años abandonado; en él recuerdo en mi infancia crecían dos manzanos, un ciruelo, varios avellanos y un guindo. También habia un chopo y un fresno. La última vez que estuve por el pueblo, hace 5 años el huerto era todo un vivero de pequeños ciruelos y guindos de diferentes tamaños que germinaban y crecián libremente y sin control y en forma anárquica. Este hecho por sí solo prueba como la naturaleza es sabia y garantiza la supervivencia y propapagación de las especies. Si a ese fenómeno natural que se activa en la primavera se le une la intención del hombre imaginémonos lo que podrá lograr en Fuente Urbel en términos de propagaciópn de especies vegetales. Felicitaciones y éxitos en el plan de reforestación. Saludos. Alvaro Ruiz