Si me permitís...
Yo nací en Madrid y en Madrid ha transcurrido casi toda mi existencia. Por tanto, no puedo hablar de pueblos, pero sí de ciudades.
Cada día más hay posibilidades y oportunidades de salir de la ciudad de forma definitiva y regresar al pueblo; pero no para seguir cogiendo patatas aunque la actividad sea noble y rentable. Creo que las cosas cambiarán en este siglo gracias a las nuevas formas de transporte que reducen las distancias, a los nuevos medios de comunicación que cada día más permiten trabajar desde "casa", a las nuevas necesidades como las derivadas del crecimiento de la longevidad, a las nuevas formas e intereses turísticos... etc, y ello sin necesidd de abandonar el cultivo.
Pero hay que ser emprendedores y facilitar ese cambio. Por eso, desde Madrid os animo. Saludos.
Yo nací en Madrid y en Madrid ha transcurrido casi toda mi existencia. Por tanto, no puedo hablar de pueblos, pero sí de ciudades.
Cada día más hay posibilidades y oportunidades de salir de la ciudad de forma definitiva y regresar al pueblo; pero no para seguir cogiendo patatas aunque la actividad sea noble y rentable. Creo que las cosas cambiarán en este siglo gracias a las nuevas formas de transporte que reducen las distancias, a los nuevos medios de comunicación que cada día más permiten trabajar desde "casa", a las nuevas necesidades como las derivadas del crecimiento de la longevidad, a las nuevas formas e intereses turísticos... etc, y ello sin necesidd de abandonar el cultivo.
Pero hay que ser emprendedores y facilitar ese cambio. Por eso, desde Madrid os animo. Saludos.
Bienvenidas nuevas propuestas de futuro demiguel. Es indudable que la gente tiene que comenzar a moverse; y algunas experiencias privadas ya existen. Como ya hemos recordado es imprescindible superar el espíritu funcionarial muy anclado en nuestras tierras.
Claro que esto, y es conveniente la autocrítica, algunos lo proponemos desde la comodidad del ingreso seguro mensual. Hacer propuestas nunca viene mal incluso cuando quien las realiza ya no tiene que vivir de ellas.
A la postre, continuar pensando y buscando alternantivas a una determinada realidad es una manera más de tomar partido, de asumir iniciativas. Se podía utilizar este tiempo de pensar y de escribir en otras cosas o de estar charlando amigablemente en el bar de la esquina, costumbre tan ancalda en los genes regionales.
Claro que esto, y es conveniente la autocrítica, algunos lo proponemos desde la comodidad del ingreso seguro mensual. Hacer propuestas nunca viene mal incluso cuando quien las realiza ya no tiene que vivir de ellas.
A la postre, continuar pensando y buscando alternantivas a una determinada realidad es una manera más de tomar partido, de asumir iniciativas. Se podía utilizar este tiempo de pensar y de escribir en otras cosas o de estar charlando amigablemente en el bar de la esquina, costumbre tan ancalda en los genes regionales.