Incluso grandes hombres, y con un gran sentido de ecuanimidad -o así parecía, al igual que alguno de sus hijos que conozco también muy entregado a la comarca-, exageran un poco. Este Don Miguel quería demasiado a esta tierra y, si realmente decía eso: o lo hacía para llenar de orgullo a esa gente o perdía por ello cierto sentido de la ponderación.
Claro que hay aspectos en Moradillo de Sedano inigualables; pero Santiago es mucho, es demasiado.
Claro que hay aspectos en Moradillo de Sedano inigualables; pero Santiago es mucho, es demasiado.