Vuelvo al tema: partiendo de que no voy a aportar nada sobre la posible fuente céltico-irlandesa de algunas partes de la iglesia de Fuente Úrbel sí quiero refrescar la memoria sobre aspectos esenciales de la memtodología científica de las Ciencias Sociales.
1. No se debiera descartar, en principio, ninguna fuente; o, dicho en términos positivos, habría de aprovecharse cualquiera presunta fuente. Un ejemplo: un próspero filólogo germánico SCHLIEMANN) se fundamentó en dos obras de un poeta -o de un conjunto de ellos, que para el caso es lo mismo-: LA ILIADA y LA ODISEA y dio con el objeto de esos libros: la ciudad de Troya.
2. Habría que indagar en cualquier pista como puede ser el título de una obra o de un artículo. A finales del siglo XIX algunos investigadores de historia de la Física se pusieron a indagar en la obra de un gran teólogo, DOMINGO DE SOTO ("In dialecticam Aristotelis commentarii"), y descubrieron, con asombro, que tenía perfectamente enunciada la ley de aceleración y de caída de cuerpos (obra, sobre todo, de PIERRE DURHEM: Études sur Léonard de Vinci (1909 Librairie Scientifique A. Hermann et fils, Paris).
El gran metodólogo FEYERABEND ("Contra el método") da muchas pìstas sobre estos aspectos. Esta obra es muy interesante para quien pierde fe en sus propios propósitos. ¿Nos imaginamos lo que le hubiese ocurrido a EINSTEIN si en lugar de estar una mente brillante y un ser abierto, MAX PLANCK, al frente de la institución de la física alemana, hubiese estado alguno de los que le rechazaron de profesor?; con solo ver unos artículos firmados por un don-nadie, posiblemente los hubiese tirado a la papelera.
Ánimo, una vez más.
1. No se debiera descartar, en principio, ninguna fuente; o, dicho en términos positivos, habría de aprovecharse cualquiera presunta fuente. Un ejemplo: un próspero filólogo germánico SCHLIEMANN) se fundamentó en dos obras de un poeta -o de un conjunto de ellos, que para el caso es lo mismo-: LA ILIADA y LA ODISEA y dio con el objeto de esos libros: la ciudad de Troya.
2. Habría que indagar en cualquier pista como puede ser el título de una obra o de un artículo. A finales del siglo XIX algunos investigadores de historia de la Física se pusieron a indagar en la obra de un gran teólogo, DOMINGO DE SOTO ("In dialecticam Aristotelis commentarii"), y descubrieron, con asombro, que tenía perfectamente enunciada la ley de aceleración y de caída de cuerpos (obra, sobre todo, de PIERRE DURHEM: Études sur Léonard de Vinci (1909 Librairie Scientifique A. Hermann et fils, Paris).
El gran metodólogo FEYERABEND ("Contra el método") da muchas pìstas sobre estos aspectos. Esta obra es muy interesante para quien pierde fe en sus propios propósitos. ¿Nos imaginamos lo que le hubiese ocurrido a EINSTEIN si en lugar de estar una mente brillante y un ser abierto, MAX PLANCK, al frente de la institución de la física alemana, hubiese estado alguno de los que le rechazaron de profesor?; con solo ver unos artículos firmados por un don-nadie, posiblemente los hubiese tirado a la papelera.
Ánimo, una vez más.