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La identidad, siempre la identidad.
La identidad debe estar libre de complejos; asumir lo que se esw y estar dispuestos a presentar batalla frante y contra lo que sea.
Nuestros antepasados no se amilanaron de ver a aquellas poderosísimas legiones romanas que debían infundir pavor solo con verlas marchar como si fuesen un solo hombre. Ni luego ante los germanos (visigodos).
Los líderes, en este caso entrenadores, que son capaces de llenar de convicción identitaria a sus jugadores es difícil que no logren triunfos. El Cholo es, al respecto, un fuera de serie como lo era desde sus años mozos de jugador ejerciendo ya el liderazgo. En este quipo, y otros muchos, hay cierto complejo de inferioridad. De esa manera no se puede caminar por la vida.
También en nuestra tierra hubo una época en que el orgullo identitario, aquel de que hablaba Estrabón, se vino bastante abajo; porque, como tantas veces ocurre, los que tenían espíritu más aguerrido prefirieron probar fortuna hacia el Sur.
La identidad debe estar libre de complejos; asumir lo que se esw y estar dispuestos a presentar batalla frante y contra lo que sea.
Nuestros antepasados no se amilanaron de ver a aquellas poderosísimas legiones romanas que debían infundir pavor solo con verlas marchar como si fuesen un solo hombre. Ni luego ante los germanos (visigodos).
Los líderes, en este caso entrenadores, que son capaces de llenar de convicción identitaria a sus jugadores es difícil que no logren triunfos. El Cholo es, al respecto, un fuera de serie como lo era desde sus años mozos de jugador ejerciendo ya el liderazgo. En este quipo, y otros muchos, hay cierto complejo de inferioridad. De esa manera no se puede caminar por la vida.
También en nuestra tierra hubo una época en que el orgullo identitario, aquel de que hablaba Estrabón, se vino bastante abajo; porque, como tantas veces ocurre, los que tenían espíritu más aguerrido prefirieron probar fortuna hacia el Sur.