La seca y dura tos volvió a hacer su aparición. La ceniza se había encargado de irritar su garganta. Sentía calor, mientras le parecía escuchar rumor de agua. Empezó a temblar, a sudar y a recordar. Cuando llegaron a Fuente Urbel, tenía muy claro que debía hablar del combate que todo hombre santo tiene que realizar contra el maligno. Sabía que la Biblia lo dejaba bien claro a través de la figura del general arcángel, de San Miguel. Los habitantes de Fuente Urbel conocían su historia. Por algo, como buenos pastores, celebraban su fiestas el 29 de septiembre en honor del santo ángel que venció al dragón en el libro del Apocalipsis. Sin embargo, Aidan conocía que sus antepasados del clan de los MacNjil también habían anticipado esa batalla final contra el maligno en la figura de un héroe, el joven Cuchulain.
En medio del sudor, de la fiebre y del miedo, los recuerdos de Aidan se alargaban como las sombras que proyecta el fuego. Aidan recordó la sorpresa que causó al joven Ailbe la visión del boceto del capitel con el que quería homenajear al hijo del antiguo dios Lugh, a Cuchulain.
-Bas -le preguntó indeciso-, ¿qué expresa la lucha de ese caballero contra tan monstruoso perro?
-Pertenece al relato de una de las antiguas leyendas que todavía recuerdan las gentes del clan de los MacNjil en las frías noches de invierno alrededor del fuego.
-Este caballero no es el glorioso San Miguel ni tampoco el valeroso San Jorge -apreció Ailbe-.
-Tienes razón. No es San Miguel porque no tiene alas; no es San Jorge porque su lucha no es contra un dragón. Este capitel recoge el momento en el que un joven se enfrenta accidentalmente al monstruoso perro del héroe Culann. El momento del nacimiento de la leyenda del héroe que vence con su honestidad y con su valor y fuerza. Un héroe que no teme a lo desconocido.
-Este héroe refleja muy bien el pensamiento de la voluntad que tienen que tener todos aquellos que quieran realizar su peregrinación hacia Cristo -sentenció el joven Ailbe-. ¿Por eso lo colocas?
En medio del sudor, de la fiebre y del miedo, los recuerdos de Aidan se alargaban como las sombras que proyecta el fuego. Aidan recordó la sorpresa que causó al joven Ailbe la visión del boceto del capitel con el que quería homenajear al hijo del antiguo dios Lugh, a Cuchulain.
-Bas -le preguntó indeciso-, ¿qué expresa la lucha de ese caballero contra tan monstruoso perro?
-Pertenece al relato de una de las antiguas leyendas que todavía recuerdan las gentes del clan de los MacNjil en las frías noches de invierno alrededor del fuego.
-Este caballero no es el glorioso San Miguel ni tampoco el valeroso San Jorge -apreció Ailbe-.
-Tienes razón. No es San Miguel porque no tiene alas; no es San Jorge porque su lucha no es contra un dragón. Este capitel recoge el momento en el que un joven se enfrenta accidentalmente al monstruoso perro del héroe Culann. El momento del nacimiento de la leyenda del héroe que vence con su honestidad y con su valor y fuerza. Un héroe que no teme a lo desconocido.
-Este héroe refleja muy bien el pensamiento de la voluntad que tienen que tener todos aquellos que quieran realizar su peregrinación hacia Cristo -sentenció el joven Ailbe-. ¿Por eso lo colocas?