Yo veo viva, en constante estado de vigilia mirando al
pueblo y sus habitantes, al menos durante más de cuatro siglos, constuida sobre la anterior.
Ojos vigilantes... ojos de Dios desde su
casa cuidando de sus hijos de cada
rincón del mundo.
Campanas con que los llama y los convoca en los momentos importantes de sus vidas, tanto si suben a su Casa, como si están en sus tareas en el
campo. No es el primero y el último que se tomaba un respiro en el trabajo para rezar una oración, el angelus, o le
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