Aquí vemos la
carretera que sube hasta cierto punto de la peña
Amaya. Para muchos ha sido una cosa buena. Para otros un pecado ecológico. Siempre hubo
camino para llegar a algunas tierras que tenían en este lado oeste de la peña. Desde aquí se hace más fácil la ascensión a la plataforma superior, aunque no es tan sencillo. Es conveniente tener el
mapa de la peña y saber los
senderos por los que subían las
ovejas a pastar en la altura. Es en el morro este donde está la parte más alta.
Aunque siempre sopla una buena brisa o un buen cierzo, nadie que haya tenido la suerte de subir a la peña sale decepcionado. Máxime si te toca un día claro y puedes ver hasta los
montes de Cervera, hasta.... por el oeste... hasta... por el sur... y asomarte por encima de las otras loras a las que domina, aunque sólo sea por unos cuantos metros...