He leido tu mensaje de la matanza... como que lo he vivido hoy de nuevo; sólo recuerdo un detalle que mi abuela no olvidaba nunca: hacer una cruz sobre la carne picada de los chorizos en la duerna para que no entrara el diablo... yo que suelo hacer morcillas y chorizos no lo olvido nunca.
Fui el viernes a ver las cascadas rebosantes, con sus verdes pozos, sus torrentes caprichosos moldeando las rocas calizas... pero lo que disfruté de verdad fue la" fuente de manapiles" me acordé de la leyenda de los ojos verdes de Bécquer, por fuerza la escribió allí. No vi la mujer misteriosa, pero si la oía decir: ven... ven... y me arrojaba esmeraldas desde el fondo del lago: palabra. Sólo me faltó sentir el final de la leyenda que se queda para su protagonista Fernando:... dio un paso hacia ella..., otro..., y sintió unos brazos delgados y flexibles que se liaban a su cuello, y una sensación fria en sus labios ardorosos, un beso de nieve..., vaciló..., perdió pie y cayó al agua con un rumor sordo y lúgrube... Cuando leí la leyenda por vez primera estaba viendo mi pensamiento esa fuente.
Fui el viernes a ver las cascadas rebosantes, con sus verdes pozos, sus torrentes caprichosos moldeando las rocas calizas... pero lo que disfruté de verdad fue la" fuente de manapiles" me acordé de la leyenda de los ojos verdes de Bécquer, por fuerza la escribió allí. No vi la mujer misteriosa, pero si la oía decir: ven... ven... y me arrojaba esmeraldas desde el fondo del lago: palabra. Sólo me faltó sentir el final de la leyenda que se queda para su protagonista Fernando:... dio un paso hacia ella..., otro..., y sintió unos brazos delgados y flexibles que se liaban a su cuello, y una sensación fria en sus labios ardorosos, un beso de nieve..., vaciló..., perdió pie y cayó al agua con un rumor sordo y lúgrube... Cuando leí la leyenda por vez primera estaba viendo mi pensamiento esa fuente.