Tienen en el
pueblo gran estima a los hermanos Fray
Palacios, monjes de
Santo Domingo de Silos que contribuyeron a la financiación de la
carretera del pueblo. En su honor se levanta una
fuente de
piedra en la
plaza principal de la villa. La pequeña localidad tiene en la comarca gran fama debido a la belleza de sus mujeres. La
tradición dice sin fundamento que esto es debido al
agua del manantial del que se abastece la pedanía.