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Gallos, gallinas y una pareja de una especie de patos, GETE

Gete es una pequeña y tranquila localidad que pertenece al municipio de Pinilla de los Barruecos, situada al sureste de la provincia de Burgos, en un pequeño promontorio en el fondo de un valle, entre las Peñas de Carazo y del Alto del Cuerno, atravesada por el río Gete, en la serranía burgalesa de la Demanda.
Aunque hay vestigios arqueológicos que aseveran que la zona estuvo poblada desde la Edad de Hierro, y que pudo ser un asentamiento con influjo celta, el origen de esta población hay que buscarlo en el proceso de reorganización del territorio que tiene lugar desde finales del siglo IX.
No hay constancia de su nombre escrito hasta el año 1591 en el monasterio de Sahagún. Fue siempre un lugar de abadengo hasta que en la década de los treinta del siglo xv pasara a formar parte del señorío de los Velasco.
Gete es conocido como el pueblo de los canteros por la celebridad de los tallistas géneros.
Destaca en la villa su iglesia renacentista dedicada a la Inmaculada Concepción. En el templo parroquial de planta de salón, organizado en tres naves, con portada clasicista, con arco de medio punto con impostas, con jambas decoradas y frontón con decoración, imitando una venera. Sobresale su alta torre, en la que se aprecian las reformas posteriores a la torre inicial. Corona la torre un campanario con una veleta de forja.
Destacan también unas tumbas antropomórficas que los vecinos han utilizado siempre como abrevadero para el ganado.
Posee un conjunto de peñacos conocidos como “Peña Sacra de Gete”, donde los pueblos celtas celebraban sacrificios y rituales cuando habitaban en estas tierras. Cuenta con la primera ruta provincial de los Altares Célticos, se trata de un recorrido sencillo, apto para todos los públicos y para realizar en cualquier momento del año.
Gete destaca por su entorno, un patrimonio natural privilegiado, dominado por bosques de robles centenarios, sabinas y monte bajo, así como un pequeño pinar.