El
pueblo ha celebrado su fe a lo largo de los siglos en una joya del
románico, dedicada a
San Pedro y San Pablo, de una nave con dos
capillas laterales, con
columnas,
capiteles,
arcos fajones y
bóvedas de medio cañón y
ventanales polilobulados, del siglo XII, sin duda de un discípulo del segundo artista de Silos, probablemente en 1188. El
ábside es también románico, con columnas, buenos capiteles y canes. Hay en la
iglesia ventanales también románicos, algunos ciegos. La
portada es
románica con
arco polilobulado y tímpano con imágenes, capiteles y canes de bichas en tejaroz. La
torre es en
espadaña, barroca, con óculo y remate de pináculos y
frontón, con tres huecos, dos
campanas y un campanillo.
Tiene una
pila lisa con pie cilíndrico.
No tiene ahora
retablo. Hay un Crucificado
gótico (en
cruz moderna) del siglo XIV y una
Virgen sedente del siglo XV, buenos. Buen conjunto de iglesia.
Sus libros parroquiales dan comienzo en el año 1709.
Perdura la torre o
casa-fuerte de los Bocanegra, cuadrada, de mampostería, levantada en 1641.
En su suelo hay abundantes yacimientos arqueológicos: uno del Neolítico, otro con restos de la Edad de Bronce, Antiguo y Final, Cultura Campaniforme y Neolítico. Y otros tres de época sin determinar, uno de ellos una
ermita. Se han descubierto además restos pertenecientes a la Cultura de los
Campos de Urnas.