HORNILLERAS
En los
valles de
Sedano y el Rudrón, se localizan estas seculares estructuras de
piedra en las que los vecinos instalaban sus
colmenas. Suelen ser alargadas, muestran un acceso lateral y una
fachada donde se sitúan varias hiladas de los dujos que alojan las colmenas.
Para fabricar los dujos se emplean
árboles de madera dura. Los más buscados son los troncos de quejigo,
cerezo y
nogal. El dujo se consigue vaciando los troncos, dejando una pared de unos 5 centímetros. A veces también se empleaba el fuego para facilitar la operación.
Los dujos se abren al muro exterior de la hornillera través de la piquera, una tapa de madera en la que aparecen practicados una serie de agujeros por donde entran y salen las abejas. Debajo de los orificios se sitúa un listón de madera que sirve de descansadero para los
insectos.