¡Que gracia! Imagino que en aquélla época estaban obligados a llevar la sotana en todo momento, así es que no les quedaba otra que "arremangarse" en determinadas circunstancias. Para montarse en bici, en
moto o en burro tendrían que hacer lo mismo...
Pues me parece que volveremos a ver estas imágenes porque Benedicto XVI está tratando de que vuelvan a utilizarse las sotanas.
Hasta mañana. Que descanseis.