GREDILLA DE SEDANO: Buenas tardes bubulillos (me gustaría mucho que alguien...

Buenas tardes bubulillos (me gustaría mucho que alguien me explicase algún día si esto es un gentilicio o un mote). Aquí ha hecho un día primaveral, como siempre, 20º de temperatura y muy luminoso.

Dice mi hijo que yo no navego por Internet, yo naufrago yendo de un lado para otro… el caso es que leyendo cosas de fantasmas acabo de leer una historia curiosa de un pueblo de Zaragoza y la comparto con vosotros.

Belchite era un pueblo muy próspero a principios del siglo pasado, con bellos muros mudéjar, dos conventos, varias iglesias y restos musulmanes y romanos pero con una historia truculenta.

Fue testigo de sangrientas batallas en las guerras púnicas entre romanos y cartagineses. En 1809 las tropas francesas ganaron una batalla contra las españolas y Napoleón hizo inscribir el nombre de Belchite en el Arco del Triunfo de París. En 1838 era escenario de batallas de la guerra Carlista. En 1938 las fuerzas republicanas arrasaron literalmente el pueblo que estaba defendido por los nacionales. Más de 6 mil personas murieron en pocos días y muy pocas casas quedaron en pié.

Parece ser que Franco les dijo a los supervivientes: “Yo os juro, que sobre estas ruinas de Belchite, se edificará una ciudad hermosa y amplia como homenaje a su heroísmo sin par. Franco”. La reconstrucción la hicieron los prisioneros de Guerra y pese a la promesa de gratuidad, el que después quiso casa tuvo que comprarla, así es la gente emigró.

Es el pueblo abandonado, maldito o fantasma más visitado de España. Registra cada año más de 10 mil turistas atraídos por sus leyendas. Además ha sido el escenario de muchas películas. Belchite viejo es visitado por investigadores de lo paranormal y se han registrado decenas de psicofonías, voces que hielan la sangre recomendando a los visitantes que se vayan. Presencias misteriosas que caminan por las solitarias calles, sombras que parecen desaparecer en el interior de las casas al paso de los visitantes, fotografías en las que aparecen figuras entre las ruinas, manos que arañan las tiendas de campaña de jóvenes que pasan allí la noche como gesto de hombría, campanas que hace años que desaparecieron y que vuelven a repicar en las noches más oscuras, un niño juguetón que suele asomarse en lo más alto del campanario

Estas son algunas de las muchas historias que se cuentan sobre Belchite, muchas serán ciertas, otras falsas, cada uno es libre de tener su propia opinion. Yo os la cuento tal como la he leído.

Un saludo y hasta otro momento.