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Estas son unas cuantas respuestas a exámenes de alumnos de Bachillerato recopiladas en el libro “Antología del disparate” que pongo aquí para tratar de provocar una sonrisa.
A la juventud hitleriana la preparaban tan bien que al cabo de un año eran capaces de matar a su madre.
Colón salió de Palos con tres carabelas y ciento veinte barcos.
Aristóteles, de tanto pensar, inventó la Filosofía.
Miguel Angel pintó la capilla “Sictina” patas arriba.
Las aves prensoras, aunque de bellos colores, sueltan palabrotas.
El mármol es un mineral que abunda en las sepulturas.
Isabel II era muy virtuosa y casquivana.
Las partes del fruto son: La cáscara, el hueso y la chicha.
El alambique es un aparato formado por dos cachirulos.
El corazón está en el cuerpo para que la sangre no dé vueltas como tonta.
Los glaciares son trozos de hielo grandísimos.
El sexto mandamiento es: no fornicarás a tu padre ni a tu madre.
El caviar se hace con huevos de “centurión”.
Miguel Cerulario fue un hombre insigne. Mandó cerrar todos los conventos.
Dios nos envió a su propio hijo, y no precisamente en viaje de placer.
Hasta otro momento
A la juventud hitleriana la preparaban tan bien que al cabo de un año eran capaces de matar a su madre.
Colón salió de Palos con tres carabelas y ciento veinte barcos.
Aristóteles, de tanto pensar, inventó la Filosofía.
Miguel Angel pintó la capilla “Sictina” patas arriba.
Las aves prensoras, aunque de bellos colores, sueltan palabrotas.
El mármol es un mineral que abunda en las sepulturas.
Isabel II era muy virtuosa y casquivana.
Las partes del fruto son: La cáscara, el hueso y la chicha.
El alambique es un aparato formado por dos cachirulos.
El corazón está en el cuerpo para que la sangre no dé vueltas como tonta.
Los glaciares son trozos de hielo grandísimos.
El sexto mandamiento es: no fornicarás a tu padre ni a tu madre.
El caviar se hace con huevos de “centurión”.
Miguel Cerulario fue un hombre insigne. Mandó cerrar todos los conventos.
Dios nos envió a su propio hijo, y no precisamente en viaje de placer.
Hasta otro momento