Grijalba es una pequeña localidad, un municipio y cabecera del
ayuntamiento de su nombre, situados en la parte oeste de la provincia de
Burgos, en la vega del
río Odra, cercano a él, en un promontorio de la campiña que concurre en la extensa Tierra de
Campos, en la comarca de Odra-Pisuerga.
En la edad antigua la localidad de Grijalba se integraba en el
campo de Treviño, por la zona confinaban tres tribus de origen celta, los vacceos, los turmódigos y los cántabros.
Se estima que Grijalba surge en la ola repobladora que se llevó a cabo en todos los términos vecinos al mismo tiempo.
En el año 999, Grijalba aparece en una donación del conde Sancho Garcés de estos lugares al
Monasterio de
San Pedro de Cardeña. En los primeros documentos escritos conocidos. Grijalba aparece como Ecclesia Alba, expresión que viene a decir «
iglesia blanca».
Su núcleo urbano se levanta sobre una pequeña prominencia del terreno, el visitante podrá contemplar interesantes
casas blasonadas. La villa cuenta con dos
iglesias, la de Nuestra Señora de los Reyes y la de San Miguel.
Posee una de las iglesias góticas rurales más importantes de la península, la iglesia de Nuestra Señora de los Reyes. Un templo de dimensiones auténticamente catedralicias y totalmente desproporcionadas en tamaño para una humilde localidad castellana que a duras penas supera el centenar de habitantes.
En el centro de la población se levanta la iglesia de San Miguel, construida a comienzos del S. XIX siguiendo un estilo neoclásico.
El visitante podrá disfrutar del
paisaje de Grijalba, desde donde se divisan las loras de Peña Amaya y Peña Ulaña.