Cuántas horas de aprendizaje y esfuerzo para realizar este espléndido capitel del románico hermosillense.
Y cuánta incultura existía en nuestras mentes infantiles, cuando hacíamos apuestas para destrozar con el tiragomas algunas de las partes del"hombre come hierbas" o "greensman" o de cualquier otro canecillo del rico ábside, como se puede apreciar en los trozos que faltan a las figuras.
Y cuánta incultura existía en nuestras mentes infantiles, cuando hacíamos apuestas para destrozar con el tiragomas algunas de las partes del"hombre come hierbas" o "greensman" o de cualquier otro canecillo del rico ábside, como se puede apreciar en los trozos que faltan a las figuras.