Ruge el Oca a su paso por las tierras feraces de los pueblos. Allí donde la curvilínea y brillante reja en su codicia de coger y coger más terreno para su dueño, va privando las orillas de árboles y arbustos, es donde con más saña se ceban y erosionan las caudalosas y hambrientas aguas.
La tierra frágil y desnuda se desmorona trás las embestidas bravas de las torrentuosas y rápidas aguas y la grava aflora donde antes había una fértil vega.
El río busca su espacio de vida; y el hombre con sus ... (ver texto completo)
La tierra frágil y desnuda se desmorona trás las embestidas bravas de las torrentuosas y rápidas aguas y la grava aflora donde antes había una fértil vega.
El río busca su espacio de vida; y el hombre con sus ... (ver texto completo)