Hay un refràn que dice: que quien planta un
árbol, planta vida. Este fin de semana he visto por primera vez, y muy cerca del
pueblo una preciosa ardilla roja con su larga cola de plumero, comiendo
nueces bajo un
otoñal nogal. Es cierto que la vida siembra otras vidas.
Si en cada parcela de los agricultores hubiera más
nogales plantados, más
almendros, más avellanos, más
pinos piñoneros. Las ardillas serían unos vecinos a contemplar y fotografiar.