Qué poco cuesta tener la
naturaleza, saludándote al asomarte a la
ventana. Los
árboles te dan oxigeno,
frutos,
sombra y compañía. Tú les cuidas un poco y ellos te lo multiplican por cien. Además, los pequeños
jardines al lado de
casa, adornan, embellecen, y revalorizan las construcciones. Todo son ventajas.