Tú puedes elegir. Como este cielo, pero aún más oscuro dejaba caer una lluvia lenta y continua, hoy, todo el día. No hacía frío, sólo llovía en los campos sembrados de Hermosilla. El río iba con agua clara y un caudal tirando a moderado. En cambio sí se apreciaban las huellas del vendaval en las robinias de la plaza, en persianas y tejas rotas, en tiestos y macetas por los suelos. No gran cosa. Pero bastante, para quien le toca.