Arrancados por los tractores sin miramiento alguno los mojones que quedan en su sitio -en las fincas- se pueden contar con los dedos de una mano. ¿Cuantos mojones como éste quedan en pie en las fincas?
¿Cómo sabremos los límites de nuestras tierras si a la gran mayoría de ellos los han hecho desaparecer?