¡Qué verdor, qué frescura la de estos guindos "burgaleses"! Hay un refràn que dice: que quien planta un árbol, planta vida. Este fin de semana he visto por primera vez, y muy cerca del pueblo una preciosa ardilla roja con su larga cola de plumero, comiendo nueces bajo un otoñalnogal. Es cierto que la vida siembra otras vidas.
Si en cada parcela de los agricultores hubiera más nogales plantados, más almendros, más avellanos, más pinos piñoneros. Las ardillas serían unos vecinos a contemplar y fotografiar.