Muchos vecinos de los pueblos y segundas residencias, ni se han enterado del confinamiento. Su vida ha seguido la rutina de cualquier día del año, salvo el no socializar en el bar. Y tal vez hayan hablado más consigo mismos, es decir con su mejor amigo de toda la vida.
Y quizás hayan sacado alguna conclusión positiva. O ninguna. Es decir volver a la "normalidad". Que a su vez se traduce en seguir puteando al prójimo y al planeta. Que es algo que va con nuestros genes de homínidos.
Y los urbanitas... Terminó la legislatura.
Llegó el relevo.
El tiempo pasa y los problemas siguen ahí presentes.
Los pueblos siguen su lento camino hacia su extinción. Hay personas que luchan un día,
y son buenas.
Hay otras que luchan un año,
y son mejores.
Hay personas que luchan muchos años,
y son, muy buenas.
Pero hay personas que luchan toda la vida.... Todo un lujo de creatividad y duración. Se abre una nueva etapa.
Esperamos que sea fructífera para el pueblo y todos sus vecinos.
¡Suerte y ánimo!