El invierno nos ha llegado bien duro. Desconozco si la nieve ha teñido ya de blanco la Mesa de Oña y el páramo de Poza de la Sal.
Sólo los telediarios nos informan muy vagamente de lo que pasa por esas latitudes a nivel climatológico.
Podría ser interesante que alguno de los visitantes de fin de semana (valientes ellos), en algún momento de ocio o de descanso nada difícil de encontrar en estas fechas, nos escribieran dos líneas sobre el pueblo.