Esta tierra nuestra es tierra de sudor y de sacrificio.
Ingrata ante el trabajo del hombre.
Tanto trabajo... ¡para nada! La primavera irrumpe con toda su fuerza floral.
Almendros blancos y rosas, ciruelos, perales, cerezos y melocotoneros rosados son la belleza a contemplar.
El cuco canta en el bosque de ribera, la abubilla allá en la lejanía y el picatroncos no deja de golpear.
Los aviones de pecho blanco y dorsinegros son los acrobatas del aire en busca de insectos, parece que juegan al pilla-pilla.
Todo es primavera en la campiña, los eriales y en las huertas de Hermosilla.
... Para la mayoría de los homínidos, (el homo sapiens), el tiempo se ha parado...
Antes su hábitat eran los bosques y sobre todo los árboles.
Allí estaban confinados. Y todo lo natural disfrutaba de armonía y equilibrio sostenible.
Ahora, el poder que hemos votado, y sus controladores policiales han decidido autoritariamente confinarnos
en nuestro bosque de ladrillo y cemento.
Algo invisible y casi sin vida, mata sin misericordia a los más débiles de los homínidos.
... Yo no sé si confinar a toda España es la solución justa o correcta.
porque quienes estamos en la prisión, tan sólo sabemos que los barrotes son fuertes.
Y que un mes más es como un año, cuando no tienes perro que pasear ni jardín que cuidar.
Pero sí sé, que se podía hacer el test del coronavirus, a todas aquellas personas vulnerables de contagio o síntomas de riesgo.
y el resto hacer vida controlada y trabajando.
Los médicos de empresa y mutuas laborales para qué están, si no controlan preventivamente... Ahora, solo nos falta que una traicionera helada en abril o mayo deshaga toda la magistral obra de la madre primavera.