Ayer contemplé a escasos metros, yo estaba podando y sin querer cerré la salida a una liebre acosada por dos perros y un cazador, que en segundos los canes atraparon. Tuve sentimiento de culpa porque era una liebre que la había levantado varias veces e incluso le dejaba trozos de pan y hacia ya bastantes años que andaba por mi finca. Era un animal nacido para ser libre, alimentarse y reproducirse. E incluso para ser observado, como parte de la vida animal y no para ser tiroteado por una persona que no necesita su carne para vivir.