Emerge en lo alto de la colina en un día gris de invierno, la monumental y esbelta iglesia del pueblo de Hermosilla. Estamos viendo la fachada sur con la entrada principal de la iglesia, la torre-campanario sujeta con los contrafuertes, el cementerio al poniente, lado izquierdo; el paño de enfrente con un escudo de piedra(me gustaría saber qué repredenta el escudo) sería una de las dos capillas interiores, seguido a la derecha la sacristia y con orientación este, el ábside de la primitiva iglesia románica.
Quiero resaltar la presencia junto a la sacristia, de un singular y centenario moral, partido por el rayo y en su mitad herido, que por sus crestas astilladas dejaba subir a los chiquillos para saborear sus agridulces moras negras.
Criticar ese esperpento de valla metálica, que destroza todo el entorno medioambiental, tal vez la plantación de arces, cipreses, acacias de flor, prunus pisardi, moreras, etc, daría un poco más de verde a la rala y descuidada
Colina. Juan delolmo.
Quiero resaltar la presencia junto a la sacristia, de un singular y centenario moral, partido por el rayo y en su mitad herido, que por sus crestas astilladas dejaba subir a los chiquillos para saborear sus agridulces moras negras.
Criticar ese esperpento de valla metálica, que destroza todo el entorno medioambiental, tal vez la plantación de arces, cipreses, acacias de flor, prunus pisardi, moreras, etc, daría un poco más de verde a la rala y descuidada
Colina. Juan delolmo.