Es fácil la indolencia.
Dejar pasar los días.
Que floten unos con otros
como barcas a la deriva,
sólo frenadas
por el ir y venir de las olas
en su eólica cadencia.
Cada uno perdido en el horizonte,
en el deseo de estar en otro sitio.
Cada uno empujado hacia la ausencia,
sin amor, sin dolor,
ni procesión de rostros amados.
Sólo un gran vacío,
de cuerpos sin sentiminetos.
De amores sin exigencia de futuro.
Sólo una gran indiferencia,
de un presente repetido,
donde nadie importe nada,
Donde nada, importe nadie. "Desengaños" Havel.
Dejar pasar los días.
Que floten unos con otros
como barcas a la deriva,
sólo frenadas
por el ir y venir de las olas
en su eólica cadencia.
Cada uno perdido en el horizonte,
en el deseo de estar en otro sitio.
Cada uno empujado hacia la ausencia,
sin amor, sin dolor,
ni procesión de rostros amados.
Sólo un gran vacío,
de cuerpos sin sentiminetos.
De amores sin exigencia de futuro.
Sólo una gran indiferencia,
de un presente repetido,
donde nadie importe nada,
Donde nada, importe nadie. "Desengaños" Havel.