La primavera silenciosa ha llegado para despertar a nuestros dormidos paisajes.
El centenar de frescas huertas que se arremolinan a los pies de la ladera del pueblo, también empiezan a ser habitadas por sus dueños: podando su árboles, labrando la tierra o desbrozando las zarzas y yerbas.
El campo se llena de los desagradables ruidos de las motazadas y desbrozdoras y a lo lejos se huele a los herbicidas de las piezas de cereal; esto es lo negativo de la primavera, sobre todo los biocidas que contaminan tierras, aires y aguas.
Las aves preparan sus nidos para poner us huevos y traer nuvos vecinos a los paisajes del pueblo. Los peces en los frezaderos desovan sus futuras truchas, barbos y demás acuáticos. Los zorros, corzos, tejones, ardillas con sus grávids panzas esperan el momento de parir nuevas criaturas.
La vida se está gestando, para er otra vez primavera y primavera ilusionante y nueva.
El centenar de frescas huertas que se arremolinan a los pies de la ladera del pueblo, también empiezan a ser habitadas por sus dueños: podando su árboles, labrando la tierra o desbrozando las zarzas y yerbas.
El campo se llena de los desagradables ruidos de las motazadas y desbrozdoras y a lo lejos se huele a los herbicidas de las piezas de cereal; esto es lo negativo de la primavera, sobre todo los biocidas que contaminan tierras, aires y aguas.
Las aves preparan sus nidos para poner us huevos y traer nuvos vecinos a los paisajes del pueblo. Los peces en los frezaderos desovan sus futuras truchas, barbos y demás acuáticos. Los zorros, corzos, tejones, ardillas con sus grávids panzas esperan el momento de parir nuevas criaturas.
La vida se está gestando, para er otra vez primavera y primavera ilusionante y nueva.