Iglesia parroquial.
La iglesia parroquial constituye lo más llamativo del lugar. Ha sufrido varias transformaciones y hoy se nos presenta con planta de cruz latina. Del primitivo templo románico queda un ábside precioso y perfectamente integrado en la fábrica actual. Es uno de los ábsides burebanos modélico: sección recta y semicircular de menor diámetro y altura, excelente sillería, dos columnas entrega dividiendo el tambor en tres calles, una imposta –con la misma moldura que la cornisa- recorriendo la cabecera y cinco ventanas sobre ella.
Las cinco arcadas constituyen uno de los elementos más interesantes de la obra. El arco de medio punto descarga sobre esbeltas columnas con capiteles bien labrados.
En el interior la estructura del presbiterio sigue las pautas generales. Un arco triunfal, apuntado, da paso a la sección recta y la capilla absidal. Ésta como en el exterior, queda dividida en tres paños por dos columnas entrega. Un par de cenefas, más la del podium, lo seccionan horizontalmente. Las ventanas son muy abocinadas, y con derrame interior.
La iconografía es más selectiva. Se puede datar la construcción de la obra en el último tercio del siglo XII.
A Abel del Olmo desde Fuente Urbel, con todos los respetos.
Simplemente ¡Genial!
La iglesia parroquial constituye lo más llamativo del lugar. Ha sufrido varias transformaciones y hoy se nos presenta con planta de cruz latina. Del primitivo templo románico queda un ábside precioso y perfectamente integrado en la fábrica actual. Es uno de los ábsides burebanos modélico: sección recta y semicircular de menor diámetro y altura, excelente sillería, dos columnas entrega dividiendo el tambor en tres calles, una imposta –con la misma moldura que la cornisa- recorriendo la cabecera y cinco ventanas sobre ella.
Las cinco arcadas constituyen uno de los elementos más interesantes de la obra. El arco de medio punto descarga sobre esbeltas columnas con capiteles bien labrados.
En el interior la estructura del presbiterio sigue las pautas generales. Un arco triunfal, apuntado, da paso a la sección recta y la capilla absidal. Ésta como en el exterior, queda dividida en tres paños por dos columnas entrega. Un par de cenefas, más la del podium, lo seccionan horizontalmente. Las ventanas son muy abocinadas, y con derrame interior.
La iconografía es más selectiva. Se puede datar la construcción de la obra en el último tercio del siglo XII.
A Abel del Olmo desde Fuente Urbel, con todos los respetos.
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