A veces, las noticias en este periodo de absoluta bancarrota moral y económica sería mejor que no existieran. Cada día que pasa es más anubarrado que el anterior.
Y en los pueblos es donde menos se mueve la vida. La indolencia y la monotonía se pasean holgademente por las calles de estos pueblos cuasi deshabitados. Los únicos que modifican los paisajes serían las estaciones con sus generosas lluvias y soles. Y algunos agricultores que arrasan con todo la biodiversidad presente y futura.
Seguimos esperando noticias de la solución amistosa del pabellón junto a la iglesia, de los caminos sin limpiar, cuya accesibilidad a las huertas es negativa. De las puertas con alambradas que se ponen al campo. Del camino que surca el arroyo Madre y que ha sido labrado 600m/l. Del depósito de agua cuyas ventanas no existen y se cuelan todo tipo de micromamíferos.
De tanta y tanta indolencia e inoperancia de la Junta Vecinal al tratar todos estos temas, que son de su competencia. Y tal vez tengamos que decir: " hasta cuando vaís abusar de nuestra infinita paciencia, politicos de mierda".
Y en los pueblos es donde menos se mueve la vida. La indolencia y la monotonía se pasean holgademente por las calles de estos pueblos cuasi deshabitados. Los únicos que modifican los paisajes serían las estaciones con sus generosas lluvias y soles. Y algunos agricultores que arrasan con todo la biodiversidad presente y futura.
Seguimos esperando noticias de la solución amistosa del pabellón junto a la iglesia, de los caminos sin limpiar, cuya accesibilidad a las huertas es negativa. De las puertas con alambradas que se ponen al campo. Del camino que surca el arroyo Madre y que ha sido labrado 600m/l. Del depósito de agua cuyas ventanas no existen y se cuelan todo tipo de micromamíferos.
De tanta y tanta indolencia e inoperancia de la Junta Vecinal al tratar todos estos temas, que son de su competencia. Y tal vez tengamos que decir: " hasta cuando vaís abusar de nuestra infinita paciencia, politicos de mierda".