El duende de los campos, vaga a sus anchas por doquier y a pesar de ser un animal de costumbres crepusculares y esquivas del hombre; deja bien claras sus escodaduras en los pequeños árboles, marcando así su territorio.
El corzo (capreolus capreolus) macho, con sus pequeñas cuernas se frota compulsivamente en los árboles recién plantados hasta que les deja sin corteza y se desecan al no ascender la savia. La densidad se aproxima a un corzo por 10 Has. Las corzas suelen parir dos corzinos por año, muchos mueren en el primer año de vida depredados por zorros y águila real, a parte del lobo que es su bocado preferido.
Alguien dijo que son de los mamíferos silvestres, los más hermosos de la península ibérica, por su armonía, porte y capacidad de adaptación. Su crecimiento poblacional va en aumento al existir más campos sin cultivar y tener pocos depredadores.
Este simpático animal que emite aullidos como un perro y corre como una gacela y sabe esconderse como el mejor entre los arbustos y herbazales; me fastidia con sus fechorías de comerse los brotes tiernos de los árboles que planto y de secármelos.
¿Qué hacer? Ellos tienen también sus derechos a habitar nuestros bosques y prados y alimentarse en nuestros campos, son parte de la biodiversidad de la naturaleza y debemos respetarlos. Paciencia y cercar los árboles.
El corzo (capreolus capreolus) macho, con sus pequeñas cuernas se frota compulsivamente en los árboles recién plantados hasta que les deja sin corteza y se desecan al no ascender la savia. La densidad se aproxima a un corzo por 10 Has. Las corzas suelen parir dos corzinos por año, muchos mueren en el primer año de vida depredados por zorros y águila real, a parte del lobo que es su bocado preferido.
Alguien dijo que son de los mamíferos silvestres, los más hermosos de la península ibérica, por su armonía, porte y capacidad de adaptación. Su crecimiento poblacional va en aumento al existir más campos sin cultivar y tener pocos depredadores.
Este simpático animal que emite aullidos como un perro y corre como una gacela y sabe esconderse como el mejor entre los arbustos y herbazales; me fastidia con sus fechorías de comerse los brotes tiernos de los árboles que planto y de secármelos.
¿Qué hacer? Ellos tienen también sus derechos a habitar nuestros bosques y prados y alimentarse en nuestros campos, son parte de la biodiversidad de la naturaleza y debemos respetarlos. Paciencia y cercar los árboles.