El viaje de la vida que todos con más o menos fortuna vamos recorrriendo, siempre tiene un final de trayecto. En la casa que habitamos queda el silencio
de sus palabras y aquellos pasos ya no conducen a ninguna parte.
Quedan en nuestra memoria retazos de esas vidas que lentamente dejaron huella y vagos recuerdos, aunque ya sus ojos no nos acaricien con su presencia.
Con el nacimiento del otoño, otra buena mujer, se despidió de todos los hermosillanos. Mis sinceras condolencias a sus hijos y familiares.
de sus palabras y aquellos pasos ya no conducen a ninguna parte.
Quedan en nuestra memoria retazos de esas vidas que lentamente dejaron huella y vagos recuerdos, aunque ya sus ojos no nos acaricien con su presencia.
Con el nacimiento del otoño, otra buena mujer, se despidió de todos los hermosillanos. Mis sinceras condolencias a sus hijos y familiares.