Alguien se va, y sólo quedan fragmentos de su existencia. Palpitantes pedaladas de un pueblo a otro pueblo para ver aquellos ojos ilusionados. Y seguir entusiastas rituales de manos enlazadas, bailes en la plaza y besos furtivos. Aprobación de los padres, alegre casamiento de iglesia, casa compartida y niños juguetando al calor del hogar. Así era el amanecer de una pareja bajo el cielo de Hermosilla.
Mientras. Había que compartir las duras tareas del campo, siembras, siegas y trillas. Días de sol, días de frío y de lluvias. Animales que cuidar y trojes que llenar.
Hoy, Jesús, aquellos ojos ilusionados y enamorados, que tantos domingos pedaleando ibas a su encuentro, llorarán por ti bajo este cielo.
(A un buen vecino de Hermosilla, Jesús Valderrama, fallecido ayer; y mi sentido pésame a su mujer Tomasa, e hijos.)
Mientras. Había que compartir las duras tareas del campo, siembras, siegas y trillas. Días de sol, días de frío y de lluvias. Animales que cuidar y trojes que llenar.
Hoy, Jesús, aquellos ojos ilusionados y enamorados, que tantos domingos pedaleando ibas a su encuentro, llorarán por ti bajo este cielo.
(A un buen vecino de Hermosilla, Jesús Valderrama, fallecido ayer; y mi sentido pésame a su mujer Tomasa, e hijos.)
Me uno a tu mensaje de condolencia.
Un fuerte abrazo a la familia de Jesús V. en estos momentos de dolor.
Con su partida se va una entrañable persona y el pueblo de Hermosilla se queda cada vez más pequeño y solitario.
Un fuerte abrazo a la familia de Jesús V. en estos momentos de dolor.
Con su partida se va una entrañable persona y el pueblo de Hermosilla se queda cada vez más pequeño y solitario.