Viene el día en el que no hay día mejor de buenos recuerdos. Cada religión lo expresa a su manera. Las maletas corren por los andenes para llegar pronto al hogar. Y así abrazar a todos esos rostros que nos sonrien. Viene el día en que para la espera.
Viene el día en que la vida se parece un poco más a la vida. La puerta está abierta y la leña en el hogar encendida. Las llamas flamean en un lenguaje desconocido, y el calor desentumece los ceños fruncidos.
El pequeño fuego sacude el corazón y brota el canto del mundo y el amor se pasea por todos los rincones de las casa.
Viene el día en el que un rostro nos marca el camino y el cielo se entreabre. ¡Feliz Navidad, hermosillanos!
Viene el día en que la vida se parece un poco más a la vida. La puerta está abierta y la leña en el hogar encendida. Las llamas flamean en un lenguaje desconocido, y el calor desentumece los ceños fruncidos.
El pequeño fuego sacude el corazón y brota el canto del mundo y el amor se pasea por todos los rincones de las casa.
Viene el día en el que un rostro nos marca el camino y el cielo se entreabre. ¡Feliz Navidad, hermosillanos!