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Hermosa fotografía. Lo mejorcito de la Bureba como conjunto arquitectónico. La ilegal almacén de aperos es la gran mancha negra de este bello entorno visual. Toda la iglesia es un conjunto de sabiduría del buen construir de las gentes de antes, belleza y equilibrio en todo su esplendor. Y aún así. Olvidado por los hombres de Dios y los incrédulos.
El resto del caserío que le rodea demasiadas ruinas de corrales al Norte, bodegas con chapas de "uralita" y cemento "visto" para evitar humedades (auténtica chapuza, Sres. propietarios) al Este. Al Sur, el bar, la Casa-Villa y el Consultorio, auténtica mamarachada constructiva: poca profesionalidad y nula estética con el entorno de la iglesia.
Siempre diré que nuestros antepasados, sin ir a universidades y con menos recursos técnicos y económicos construían mucho mejor, las casas y edificios públicos. Sólo hay que ver lo que se ha construido en estos últimos 50 años, salvo alguna excepción, auténticos bodrios: fachadas modelo andalucía, con falsa piedra en planta baja cogida en el páramo de Poza de la Sal, unas con ladrillo
caravista, otras con ventanas y puertas de aluminio plateado. ¿Dónde está el sentido común y un poco de buen gusto, vecinos hermosillanos? El dinero se olvida, el buen hacer permanece.
El resto del caserío que le rodea demasiadas ruinas de corrales al Norte, bodegas con chapas de "uralita" y cemento "visto" para evitar humedades (auténtica chapuza, Sres. propietarios) al Este. Al Sur, el bar, la Casa-Villa y el Consultorio, auténtica mamarachada constructiva: poca profesionalidad y nula estética con el entorno de la iglesia.
Siempre diré que nuestros antepasados, sin ir a universidades y con menos recursos técnicos y económicos construían mucho mejor, las casas y edificios públicos. Sólo hay que ver lo que se ha construido en estos últimos 50 años, salvo alguna excepción, auténticos bodrios: fachadas modelo andalucía, con falsa piedra en planta baja cogida en el páramo de Poza de la Sal, unas con ladrillo
caravista, otras con ventanas y puertas de aluminio plateado. ¿Dónde está el sentido común y un poco de buen gusto, vecinos hermosillanos? El dinero se olvida, el buen hacer permanece.