..." ¡Dime! moral hospitalario:
¿Cúantos chiquillos,
como pardos ruiseñores,
anidaste en tus ramas
nominadas; después de trepar
por las crestas astilladas
de tus entrañas?
Y cuántos, ya mayores,
como si fueras árbol juradero,
al toque de campana
subiendo la cuesta empinada,
se cobijaron
bajo tu copa sombreada.
Mientras ellas. Ya mujeres
o niñas mozas, con velos negros
o vestidos nuevos,
por sendas separadas, se dirigen
a la portada...."
(Al Moral amigo y centenario).
¿Cúantos chiquillos,
como pardos ruiseñores,
anidaste en tus ramas
nominadas; después de trepar
por las crestas astilladas
de tus entrañas?
Y cuántos, ya mayores,
como si fueras árbol juradero,
al toque de campana
subiendo la cuesta empinada,
se cobijaron
bajo tu copa sombreada.
Mientras ellas. Ya mujeres
o niñas mozas, con velos negros
o vestidos nuevos,
por sendas separadas, se dirigen
a la portada...."
(Al Moral amigo y centenario).