El viejo moral centenario, este año no nos ha ofrecido las rojas y peludas moras. Está yermo y estéril de esa fruta de sabor especial y líquido pringoso.
Pero sus hojas acorazonadas de envés áspero y bordes aserrados están verdes y frescas. La blanca savia corre aún por sus gruesas venas.
Alguna helada a destiempo le ha tronchado su negro fruto. ¡Moral amigo, mi corazón te espera que vuelvas a florecer en la próxima primavera!
Pero sus hojas acorazonadas de envés áspero y bordes aserrados están verdes y frescas. La blanca savia corre aún por sus gruesas venas.
Alguna helada a destiempo le ha tronchado su negro fruto. ¡Moral amigo, mi corazón te espera que vuelvas a florecer en la próxima primavera!