Ayer el río Oca respiraba alegría tras la gran chaparrada del día anterior. El cereal estaba pletórico de agua. La cosecha salvada. Cucos, ruiseñores y abubillas resonaban sin parar en esta bien armonizada orquesta primaveral."... Agua para los campos y veneros, y trigo para los graneros"... cantaba el bastardo ruiseñor.